"El Jardín Amurallado de la Verdad", de Hakim Sanaí


Abul-Majd Majdud ibn Adam Sanai, conocido como Hakim Sanai (siglo XII), poeta persa. Se sabe poco sobre su vida, al punto que sus fechas de nacimiento y muerte no se conocen con certeza. Se sabe que su carrera partió bajo el alero de los sultanes Gaznávidas, en lo que hoy es Afganistán. Si bien partió como poeta cortesano, en un momento de su vida se hartó de ello y renunció a ese estilo de vida para viajar por el Asia Central en busca de maestros que lo ayudasen en la búsqueda espiritual. Tras muchos años de ir y venir Sanai vuelve a su patria, donde vivirá retirado de la corte a pesar de las instancias del sultán, muriendo poco después.

Reverenciado por el propio Rumi como precursor, Sanai será de los primeros en cultivar lo que en Occidente se ha dado en llamar "poesía sufí", que en el fondo es un gran abanico de diversas formas poéticas populares, estilizadas por cierto, centradas en dos polos temáticos: uno es la exposición en clave poética de las verdades metafísicas develadas a través de la disciplina espiritual, por otro la guía ética que toda persona con aspiración a crecer interiormente debiera poseer. Ambas cosas nunca van por separado sino que son complementarias si es que se quiere lograr entrar en un estadio superior de conciencia, que no es otro que la finalización del combate contra el ego, derrotándolo de una vez (faná)

Hakim Sanai

Su "Jardín Amurallado de la Verdad" destaca por ser de las primeras obras de este tipo: la primera fase del sufismo fue de naturaleza predominantemente oral. Al parecer Sanai lo escribió a la vuelta de su itinerario espiritual, con peregrinación a La Meca incluido. El poema, bello y profundo, posee asimismo un sentido del humor bastante incisivo que no se suele asociar en Occidente a autores religiosos, pero que en el mundo islámico es bastante normal. La figura de Nasruddín, los chistes de uso común entre los bektashíes, sin dejar de lado el humor presente a través de todo el Masnavi de Rumi, todos beben en cierta medida de la obra de Sanai, quien sistematizó en su obra un rasgo estilístico que quizá ya era de uso común mucho antes que él. Como la mayoría de los que suelen utilizar el humor en el arte, éste posee un propósito moralizante, didáctico, con la intención de despertar al lector con sacudidas en vez de sermonearlo solemnemente desde las alturas.

A pesar de su profundidad se trata de un poema de fácil lectura. Nunca es oscuro ni denso, siempre se utiliza un lenguaje claro. Pero al mismo tiempo bajo esa apariencia de claridad se esconden varias capas de significado que sólo el lector avezado puede ser capaz de descubrir:

"Si deseas una perla
debes abandonar el desierto y vagar junto al mar;
y aun si nunca encuentras la brillante perla, al menos
no habrás dejado de llegar al agua"

Si te interesa saber más, por acá va la cosa...


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