La Naturaleza como teofanía, por 'Ali ibn Abu Talib
La figura de 'Ali ibn Abu Talib (600 - 661) es sin duda -después de la del profeta Muhammad- la figura más reverenciada y querida a lo largo y ancho del mundo islámico. Todas las fuentes históricas que se poseen coinciden unánimemente en que tenía todas las cualidades que siglos más tarde se asociarían a las órdenes de caballería en el Occidente cristiano, que se podrían resumir en dos ideas: coraje en la batalla e intensa vida interior. La admiración hacia su figura ha trascendido incluso hacia Europa, donde lo árabe/islámico nunca ha estado de moda por decirlo elegantemente, y gente como Renan, Gibbon o Carlyle le dedicaron un par de párrafos elogiosos en sus respectivas obras, aún teniendo las reservas propias de un occidental promedio hacia su primo, el Profeta. Cómo explicar esa paradoja? Difícil contestar, o al menos no se me ocurre nada por ahora. Pero es difícil creer que alguien que fue reconocido por su incorruptibilidad incluso por sus enemigos haya sido criado desde niño por alguien que fuese un impostor, que tal es la acusación que se le suele hacer a Muhammad. Pero como dice el refrán, por sus frutos los conoceréis, y el caso es que tanto 'Ali como Fátima (su esposa e hija del Profeta) y sus hijos fueron reconocidos por su probidad y alto rango espiritual.
Los párrafos que siguen corresponden a extractos del "Naghj al Balagha" ("Cima de la Elocuencia"), una colección de escritos y refranes atribuidos a su persona y en los cuales ya se siente un aspecto muy propio del sufismo y del 'Irfán shi'í (en ambos se reconoce a 'Ali como figura fundacional), que es la observación del mundo sensible como medio para poder algo de la naturaleza divina, tomando los elementos de dicho mundo sensible como un signo de dicho poder, idea que se encuentra sancionada en el propio Corán en reiterados pasajes y que guardan cierto contraste con la aversión al mundo y a la belleza que se desarrollaban en algunas vertientes del cristianismo previo al islam. Por otra parte estos extractos no dejan de evocar el "Canto a la Naturaleza", escrito por Francisco de Asís seiscientos años después. Es una idea que en una época de materialismo burdo como el actual no deja de tener un atractivo, porque le entrega un nivel de dignidad a la naturaleza que se ha perdido y que urge recobrar.
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"Paraíso", de Jan Brueghel el Joven (s. XVII) |
Qué maravillosa creación ha exhibido Allah Todopoderoso en Sus Criaturas; bien sean organismos vivientes o materia inanimada, cuerpos que tienen movimiento propio o los que no pueden moverse por sí mismos, han sido todos configurados y creados del modo más maravilloso. El Gran Arquitecto del Universo ha desplegado signos claros, obvios y tangibles de gracia y elegancia en cada diseño de la creación y, la Grandeza y Gloria de Su Poder en toda forma y sistema al que dio existencia.
Mirad a la naturaleza y en qué consiste, qué despliegue de sabiduría, filosofía, ciencia, arte y qué manifestación de poder y grandeza. Ha hecho que grandes científicos, sabios filósofos y diestros artistas (las grandes mentes humanas) se maravillen de su grandeza, admiren su magnitud, se inclinen ante lo sublime que es, y acepten un único y Supremo Intelecto, un Creador detrás de todo esto.
Mirad a vuestro alrededor, mirad a los pájaros, cuántas especies de ellos Ha creado, cuán innumerables formas. Están los que viven a orillas de los ríos o en los surcos de los prados, están los que descansan en valles y aquellos cuyos habitáculos están en los picos de grandes montañas. Sus alas y plumas son de tan diferentes formas que la variedad de una especie apenas si se parece a la otra. Vuelan, flotan y se elevan en el espacio de acuerdo a comportamientos que les han sido predestinados. Todo acerca de su existencia indica claramente que sus formas, diseños de sus huesos, plumas, alas, colores, sus habitáculos y alimentos, sus formas de volar y de construir sus nidos e incluso sus trinos, gorjeos y cantos, fueron todos preconcebidos antes de que se les diera existencia. Algunos de ellos fueron creados con cuerpos tan pesados que no pueden volar sino sólo trotar. A ellos les Ha dado plumas de hermosos matices y colores; a algunos de ellos se les ha dado un solo color de forma que no se puede encontrar lugar en su cuerpo de otro color, mientras que otros tienen colores tan variados que la banda alrededor de sus cuellos es de color totalmente diferente al grueso del cuerpo.
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Mosaico paleocristiano. Kalibiya, Túnez (s. IV) |
Una de las más fascinantes combinaciones de colores está en las plumas del pavo real. Su cuerpo es fuerte y bien construido y las apretadas plumas de sus alas y extendida cola tienen colores y matices bella y artísticamente combinados y dispuestos. A menudo extiende orgullosamente su cola de tal modo que, arqueándola y abriéndola sobre su cabeza, parece una hermosa vela multicolor de un barco que cambia su posición cómo y cuando el barco lo desee. Parece como si el pájaro conociera la estética belleza de la combinación de colores de su cuerpo y estuviera para mostrar su orgullo y vanidad.
Su método de copulación es normal como el de los demás pájaros, no hay nada anormal e inusual en ella como se describe a menudo falsamente. Os estoy contando un hecho de la historia natural, que el sistema reproductivo de este pájaro está absolutamente en concordancia con otros pájaros de esta especie. No hay inhabitual en ello. Dicen que cuando un pavo real gime, la pava -hembra- bebe las lágrimas en los bordes de ambos ojos del macho. Este líquido se convierte en un huevo en su cuerpo y no hay otra forma de copular para este pájaro. La ignorancia en el conocimiento de la historia natural ha dado lugar a tal ficción. No es posible acerca del cuervo; dicen que el cuervo alimenta a su compañera con su pico y de este modo la hembra queda preñada. Estos son simples vuelos de la imaginación.
Si examináis cuidadosamente a un pavo real, sentiréis como si los puntos que conectan las plumas con sus troncos estuvieran hechos de plata y los círculos multicolores que se encuentran en las plumas fuesen soles hechos de oro y esmeralda. Si no estáis satisfechos en compararlos con metales y piedras preciosas y queréis compararlo con algo más delicado, entonces podéis decir que un ramillete en el que flores de diferentes colores y matices han sido dispuestas artísticamente.
Si las comparáis con un vestido, entonces podéis decir que es una indumentaria que tiene dibujos de diferentes colores e hilos de oro y plata trenzados entre ellos. Si lo comparáis con una joya, entonces podéis decir que piedras preciosas de diferentes colores han sido bellamente engarzadas. Comparadlo con cualquier cosa y de cualquier modo que queráis, sentiréis que la combinación de colores del cuerpo de este pájaro es una combinación de delicado arte, cuidadosa selección y suprema unificación.
Cuando un pavo real camina, a veces felizmente y a veces morosamente, parece como si estuviera feliz de la forma y galaxia de colores de su cuerpo; se pavonea orgullosamente, pero cuando baja la mirada a la fealdad de sus pies, se siente triste y el vano pavoneo desaparece y camina lenta y tristemente porque sus patas parecen las patas de un híbrido y son más bien delgadas comparadas con su cuerpo y más bien feas, con una protuberancia como un callo en un dedo casi a la mitad de la pata.
En su cuerpo hay un hermoso plumaje de un delicado tono verde. El cuello es largo y gracioso como el cuello de una copa delicadamente esculpida. Desde donde el cuello se une al cuerpo y hasta el hueco del estómago, el color es verde oscuro con un barniz interior tan delicado y lustroso que parece un suave y brillante terciopelo o como un ceñido vestido de seda de un matiz negro verdoso espolvoreado adecuadamente con verde plateado. Una fina línea de color camomila corre hacia arriba partiendo de los agujeros de sus orejas e ilumina el color negro de las partes que lo rodean. Un cuidadoso estudio os mostrará que, excepto unos pocos, todos los colores del arco iris han bordeado esta línea y que por su resplandor, brillo y lustre sedoso, parecen flores primaverales de numerosos colores dispuestos del modo más artístico.
A veces veis que el pájaro se desprende de sus plumas y se queda sin ellas, pero esta es una fase temporal; las plumas crecen de nuevo con los mismos colores y matices y los mismos dibujos que antes. Ningún color cambia, ningún matiz se torna más claro u oscuro y ningún dibujo se ve alterado. Es una repetición del mismo diseño perfectamente exacto hasta el mínimo detalle. La combinación de colores de su cuerpo es asombrosa, algunas partes son rosas, otras verde esmeralda, mientras que otras de amarillo dorado. Por todas partes la mezcla es maravillosa.
Ahora, pensad de nuevo, ¿Cómo puede un hombre inteligente describir la belleza de diseño y de color del cuerpo de tal animal? Las mentes fallan en seguir la belleza de las líneas de colores, las palabras fallan en describirlos.
Glorificado Sea Allah que crea tales criaturas y que, aunque puedan estar frente a nuestros ojos, aunque podamos verlas a nuestras anchas y podamos estudiarlas cuidadosamente no podemos describirlas ni hacer justicia con nuestras palabras a la grandeza de sus formas y contornos.
¿No podemos darnos cuenta de las limitaciones de nuestro conocimiento cuando vemos que una fase muy pequeña y ordinaria de las maravillas de Sus creaciones, nos confunden de tal modo que no podemos comprende cómo la belleza, gracia y grandeza pudieron ser tan artísticamente mezclados que aturden nuestras mentes y mantienen a nuestros intelectos maravillados?
Cuan Glorioso es él y cuan perfecta es Su Creación, que el hombre no puede abarcar el “porqué” y el “cómo” de las formas, diseños, contornos y colores de estas criaturas Suyas que encuentra a su alrededor y que han sido creadas del mismo material perecedero que él mismo. Es tan Glorioso que las lenguas no pueden describir Su Gloria y las mentes no encuentran palabras para Alabarle.
Alabamos a Allah que ha llenado las aguas, las tierras y el aire de este mundo con Sus criaturas; hay millones de variedades de vida acuática, miles de especies de pájaros e insectos y prácticamente en cada rincón de la tierra hay un espacio para algún animal, desde los mosquitos a los elefantes, de las hormigas al hombre, ¿Quién puede enumerar fácilmente las variedades? Dio a cada uno de ellos, un cuerpo fuerte y apropiado para desempeñar su papel en la vida e hizo de su declive y muerte un factor obligatorio y predestinado a su existencia.
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