Sobre el proceso creativo
"Goethe y la Metamorfosis de las Plantas", de André Masson (1940)
El llamado proceso creativo ciertamente posee muchas maneras de trabajar, pero casi siempre parte como una especie de germen, una especie de embrión conceptual que de apoco va tomando forma hasta alcanzar su forma final. En ese sentido es similar al ciclo de todo ser vivo. Ahora bien, al igual que en el campo biológico o de la física, el momento de la concepción misma posee un algo misterioso que no se alcanza a vislumbrar plenamente ¿Qué existía antes del Big Bang? Hasta el momento nadie le ha atinado medio a medio a la respuesta, y es probable que eso también se de en el ámbito de la creación artística.
A muchos se les hace difícir entender de dónde surge una idea determinada y cómo es que esta termina plasmándose en una obra de arte, o en cualquier tipo de herramienta en realidad ¿De dónde surge la llamada inspiración, que por consenso se toma como punto de partida de todo acto creador? Bueno, eso va a depender de qué tipo de inspiración estemos hablando. A distinta fuente, distinto arroyo de agua tendrá que emanar.
Para que haya producción de algún tipo tiene que existir algún modelo previo que lo conciba. Podríamos hablar de dos tipos de modelos.
El primero sería la naturaleza. Se suele decir que el arte es imitación de la naturaleza, y ciertamente en gran parte lo es. Se cree que el origen de los instrumentos musicales está en la búsqueda de emular ciertos sonidos de la naturaleza. Los menhires y otras construcciones por el estilo estarían basados en las formas de la naturaleza: emular las montañas por ejemplo, o las cuevas. Pero cabe preguntarse si todas las formas de la naturaleza son fuente de inspiración. Ciertamente no ¿Pero de qué va a depender si tales modelos se emplearán como fuente de inspiración y cuáles no? El significado que el artista les de. Significado que la más de las veces viene dado por su propio entorno cultural. Por lo tanto acá la forma artística no es mera imitación, sino que es selección en base a un significado e imitación de dicha selección, en ese orden. El pueblo mapuche podría haber elegido muchos árboles, pero elige el canelo como representación del axis mundi debido a ciertas propiedades (sean éstas materiales o no) que ellos perciben en éste1. Y llegados a este punto vale la pena preguntarse de dónde proviene dicha percepción. En última instancia se busca en la naturaleza lo que es útil para representar otra cosa que es más difícil de definir.
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Rewe mapuche |
El segundo modelo repite un recorrido similar al primero, pero es mucho más corto, ya que no busca la naturaleza como fuente de inspiración o de imitación, sino que va directo a la búsqueda de la representación del significado en sí mismo. Llegados a este punto el artista o el artesano debe poseer muy claramente qué es lo que busca representar y por cuáles medios, ya que una elección que mueva a equivocaciones es muy posible en este punto, y de hecho es un hecho muy común. El ejemplo más patente de ello es lo que ocurre con la música: no se trata de un arte que se exprese en un lenguaje que sea explícito, sobre todo la música instrumental, y aún la que posee una letra posee cierta ambigüedad que dicha letra muchas veces no hace sino acrecentar. La música es de todas las artes la más cercana a la fuente misma de significado, al germen mismo de la inspiración, y por lo mismo no posee un discurso verbal elaborado a plenitud. Otro ejemplo puede ser el arte abstracto, en especial el elaborado por la civilización islámica, en el cual a través de una serie de proporcionalidades geométricas se busca representar (la mayor parte de las veces) algún indicio del poder divino.
Independiente de la modalidad que se emplee al momento de crear siempre se va a tener en cuenta que dicha creación es un reflejo, consciente o no, de un modelo previo al que se accede, sea a través de la imaginación, sea a través de la reflexión. Dicho modelo previo es el que aportará la forma que la obra de arte poseerá. Aristóteles dirá que
“Las producciones del arte son aquellas cuya forma está en el espíritu; y por forma entiendo la esencia de cada cosa, su sustancia primera”2
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Patrón geométrico islámico |
Es decir que el artista accede a una forma que, o se encuentra impresa en su alma, o se encuentra en otro lugar. Sea como sea, el ser humano posee la capacidad de poder hacer abstracción de la forma, independizarla de la materia, y así poder trasladarla de materia en materia, con mayor o menor fidelidad según lo plena que sea la visión del ejecutante. En ese sentido la creación artística funciona de modo análogo a la naturaleza:
“Con las producciones de la naturaleza ocurre lo que con las del arte. El germen desempeña casi el mismo papel que el artista, porque tiene en potencia la forma del objeto, y aquello de donde proviene el germen lleva generalmente el mismo nombre que el objeto producido”3
Llegados a este punto hay que hablar de un corolario que se desprende de esta visión, y que es que la originalidad como tal es una ilusión, ya que no existe nada que no provenga de algo anterior: siempre se remitirá a algo anterior, por muy extravagante que sea el resultado final. Quizá por ello mucho del arte contemporáneo resulta repelente para muchas personas, ya que se advierte que no es más que una mera gesticulación vacía, un mero ruido blanco que no atiende a forma alguna, y que pretende para colmo existir en un estado de renovación perpetua, la cual no es más que una ilusión producto de el mar de gesticulaciones que necesita agitar para no perecer, siendo que las cosas que son realmente sólo necesitan que estén presentes para ser notadas.
"...la palabra «original» se ha impregnado de sentidos que nada tienen que ver con la esencia de la originalidad, sino que se limitan a una de sus consecuencias, la diferencia, o la cualidad de lo que es inhabitual o extraordinario. «Original» es incluso utilizado como sinónimo de «anormal», lo que constituye una monstruosa perversión, porque la verdadera originalidad es siempre una norma. Tampoco puede ser realizada por la voluntad humana, mientras que lo grotesco, al contrario, es doblemente fácil de producir, precisamente porque no es más que un caos de imitaciones. Lo original es lo que brota directamente del origen, o de la fuente, como un agua pura no contaminada que no haya recibido ninguna influencia «lateral». Así, la originalidad está relacionada con la inspiración y, por encima de todo, con la revelación, porque se trata de orígenes trascendentes, situados más allá de este mundo, en el ámbito del Espíritu"4
Mientras más cerca se está de la forma a la cual se busca acceder más original es la obra, y no al revés, ya que la verdadera originalidad se encuentra en una vuelta al origen.
En última instancia el proceso creativo entendido como algo que extrae de la nada algo nuevo no existe, sino que se trata de sacar a esta realidad algo que ya está previamente de forma latente, potencial. Por eso se hace muchas veces tan difícil completar una obra de arte, porque requiere un esfuerzo de contemplación continua del modelo. Es más similar a un parto, en el sentido que se saca de forma laboriosa algo nuevo que ya existía, pero en otra realidad.
1Quizá la causa material de su elección sean sus propiedades antisépticas y curativas en general, aunque no se sabe a ciencia cierta.
2Aristóteles, “Metafísica”, Libro VII, cap. 7
3Aristóteles, “Metafísica”, Libro VII, cap. 9
4Martin Lings, "Qué es el Sufismo?", cap 1
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